Thursday, December 28, 2006

GALERAS 7

GALERAS DE RADIO
STEREO LIMA 100

No había mejor compañía para el espíritu que Stereo Lima 100. Y es en las épocas de navidad cuando más se la extraña. Fue la última emisora en FM de Lima que respetó escrupulosamente las características originales de la Frecuencia Modulada: la calidad del sonido estereofónico, la música por sobre la voz humana, la reducción a la mínima expresión de la publicidad y de la propaganda, música instrumental, programación sofisticada y el ser una negación dialéctica a las emisoras de Amplitud Modulada, donde lo popular devino en populachero, y donde predominan el estruendo y el desorden sonoro de los locutores, mal mezclado con música mayormente intrascendente. En la actualidad, también es así en el noventa y nueve por ciento de la Frecuencia Modulada.
Exento de un ánimo elitista, recuerdo a Stereo Lima 100 desde los años 60, cuando niños, con mi hermano mayor, explorábamos ese maravilloso radio (con ojo mágico verde) que junto con una tornamesa era parte de la radiola Ymperial que nuestro padre compró en diciembre de 1967. La FM fue definitivamente algo sorprendente, distinto a lo que habíamos conocido. Nuestro viejo radio Philco tenía onda media (AM) y onda corta (se captaban emisoras de otros países especialmente creadas para esa frecuencia y, si había suerte y viento, radios locales de ciudades del extranjero: Radio Nacional de Ecuador desde Quito, Colo Colo de Santiago, Caracol de Bogotá-Colombia, etc.; o de nuestras provincias: Radio El Pueblo de Ica, Delkar de Chiclayo, De la Amazonía de Iquitos), pero esa querida amiga de la niñez, la radiola Ymperial, con su Frecuencia Modulada, AM y tres bandas de onda corta, nos hizo conocer un mundo nuevo, como diría José Alfredo Jiménez.
En 1968, la Frecuencia Modulada limeña era mágica. Radio del Pacífico ya era "una señal de tranquilidad para un mundo apresurado". Radio Panamericana tenía un programa auspiciado por la Compañía Peruana de Vapores (CPP) donde la voz estereofónica de Iván Márquez y los temas de, por ejemplo, Glenn Miller, nos dejaban absortos. Jorge Peláez Rioja peregrinaba en las mañanas con su "Cajita de Música" o con su "Hora de la Melodía" (la introducción sigue siendo más característica que los amaneceres andinos). En Radio América, después del almuerzo, Dante Capella nos hacía conocer lo mejor del jazz clásico.
En sus primeros años, Stereo Lima 100 tenía una programación que privilegiaba la música sinfónica, de los grandes maestros. Aunque nunca dejaría de lado a la música popular clásica, del recuerdo y del momento, que hacia los 70 se convertiría en la que ocupó mayor porcentaje hasta el cierre de la emisora: anglosajona (charleston, fox trot, blues, jazz, rock and roll, twist, rock, pop, rock progresivo, etc.), latina (Edith Piaf, Juliette Greco, Emilio Pericoli y su "Al di la", Domenico Modugno, Joselito, Los churumbeles de España; la balada latina producto del Festival de San Remo, Aznavour, el Dúo dinámico, etc.), latinoamericana (guaranias paraguayas -"El lago azul de Ipacaray"-, tangos, rancheras mexicanas, samba y bossanova del Brasil, caribeña, boleros en todos sus orígenes y vertientes, peruana -"El condor pasa" de Daniel Alomía Robles era difundido por Stereo Lima 100 antes que lo interpretaran Andy Williams o Simon & Garfunkel, y recuerdo en especial cómo promocionaba esa joya musical inhallable que es el larga duración grabado por Oscar Avilés y la orquesta de Las cien cuerdas del Brasil-, "Si vas para Chile", "Las palmeras", "Sombras" y la totalidad de nuestras músicas nacionales; o la balada sudamericana que desde los años 60 no deja de tener vigencia), los grandes intérpretes (Satchmo, Dean Martin, Sinatra, Bing Crosby, Elvis, Gardel, Piaf o el Gorrión de París, Libertad Lamarque, Los Panchos, Ella Fitzgerald, Chabela Vargas, Celia Cruz, Jorge Negrete, Carmen Miranda, Pedro Infante, Tom Jobim, Pedro Vargas, Luis Mariano, Mario Lanza, Alfredo Krauss, Yma Sumac, Los Beatles, Gilbert O'Sullivan, Los niños cantores de Viena, Altemar Dutra, Nino Bravo, Nancy Sinatra, Santana, José José, Los indios Tabajaras, Billy Joel, Leonel Richie, Cindy Lauper, Madonna), las grandes orquestas (Xavier Cugat, Glenn Miller, Benny Goodman, Duke Ellington, Paul Mauriat, Frank Pourcel, Fausto Papetti, Liberache, George Gershwin, Percy Faith, Caravelli, Don Américo y sus caribes, Henry Mancini, Pérez Prado, Herb Albert y su Tijuana brass, La sonora matancera, Lecuona cuban boys, Marianito Mores, Francisco Canaro, Astor Piazzola, Sergio Mendes y su Brazil 66, etc.), música étnica (árabe, africana, japonesa, polinesia), y lo que para mí era el distintivo de que estaba sintonizando Radio Stereo Lima 100, las bandas sonoras de películas (El mago de Oz, Casablanca, Lo que el viento se llevó, Un hombre y una mujer, Bajo el cielo de París, Cantando bajo la lluvia, Sabrina, Hello Dolly, Anónimo veneciano, Los paraguas de Cherburgo, Éxodo, Amor sin barreras, My fair lady, El doctor NO, Historia de amor, Melody, El Padrino, El golpe, El gran Gatsby, Ragtime, Un americano en París, La chica del adiós, La ópera de los tres centavos, Grease).
Nunca dejó de sorprendernos. De pronto sonaba el tema de "Mackie Cuchillo", o el de "El último tango en París", Satchmo cantaba "Adiós muchachos" o "La vida en rosa", Bing Crosby el bolero "Solamente una vez", Dean Martin su "Todos amamos alguna vez" o "Bésame mucho" de Consuelo Velásquez, Doris Day "Qué será será", Xiomara Alfaro "Moliendo café", Carlos Gardel "El día que me quieras", Las cien cuerdas y el maestro Avilés "Alma, corazón y vida", Rita Hayworth "Hasta mañana" de la película Gilda, Gilbert O'Sullivan "Solo otra vez", Sinatra y Jobim "Garota de Ipanema", Liza Minnelli "Cabaret" o "New York, New York", Barbra Streisand o Gladys Knight y los Pips "Recuerda nuestros años felices", Gershwin "Rapsodia en azul", Cugat su "Begin the begin" o "Acuarela del Brasil", Marlene Dietrich "Lili Marleen".
En los días de las fiestas de fin de año, eran infaltables los villancicos de todo el mundo, Bing Crosby evocaba "Blanca navidad", Raphael "El tamborillero" (ropopompom, ropopompom, ...), "Noche de paz" era propalada en interpretaciones de los artistas más inimaginables, venía desde la nieve "Rudolph el reno de la nariz colorada", y el Coro Infantil del Colegio Manuel Pardo de Chiclayo nunca dejó de cantar su "Ronda de pascua", en especial los temas "Cholo cholito", "Llegó navidad", "El churumbel", "Sopa le dieron al niño". (El Long Play "Ronda de pascua" salió a circulación en 1966 y esos niños que cantan eran y son de mi edad. Sería muy interesante ubicarlos en la actualidad).
Fueron programas señeros de Stereo Lima 100: Sinfoneta (música culta a las 2 de la tarde. Recuerdo especialmente cuando después de emitir la música decían cuál había sido el tema -por ejemplo, "El concierto de Varsovia"-, el compositor -Richard Addinsell-, el director y la orquesta -Leonard Bernstein y la Filarmónica de Nueva York-), Boleros en 100, Brasilerinhos 100, Rock en 100, Dos en 100, Opereta con Juan Felipe Montoya, el inigualable Ritmos y estilos de Roy Morris, Sonidos del mundo de Mabela Martínez. Noticias en 100 ingresó a programación a fines de los años 70. Era un micronoticiero que marcó verdadera época en febrero de 1981, durante los días del enfrentamiento armado con el Ecuador, conocido como el del "Falso Paquisha". Las noticias iban creciendo de tal manera que se sentía la peligrosidad de llegar a una verdadera conflagración entre dos pueblos hermanos. El punto más álgido se dio cuando el Comando Conjunto peruano anunció que un solo disparo más de los vecinos sería considerado como una "declaratoria de guerra". En esos difíciles momentos Stereo Lima 100 nos acompañó, nos mantuvo intensamente informados y con su música nos hizo soñar en un cosmos superior, en la paz, en la Era de Acuario.
Cuando cerraron a Stereo Lima 100, nos quitaron algo de nuestra alma, como cuando perdemos a un ser querido. Deberíamos juntarnos entre todos los miles que la extrañamos y exigir que vuelva a la vida (Vallejo nos enseñó cómo), que vuelva para darnos vida, la nuestra. Desde aquí, proponemos que hagamos una gran cadena de correos electrónicos que pidan que Stereo Lima 100 vuelva ya. El de EL GALEOTE y de estas GALERAS es yndigo70@yahoo.com Es hora de mover las montañas.
EL GALEOTE

Sunday, December 24, 2006

GALERAS 6

GALERAS DE POESÍA

Una lejana tarde de mayo, en 1979, cuando tenía el privilegio de ser alumno del poeta Washington Delgado, quien con sus comentarios al margen y dominio del tema, no hacía sino confirmar que la poesía del Siglo de Oro Español es una delicia sin tiempo y sin fin, esa tarde, decía, coincidí con él en la puerta cerrada del aula, como dos almas en pena puesto que había paro de los trabajadores de San Marcos.
La penumbra de la hora del ángelus, en esa zona de aulas de madera donde el Programa Académico de Literatura tenía dos, y que era conocida como "El Gallinero", en el tercer piso del pabellón de letras, justo al costado de donde llega la rampa, y en las que al ingresar era de ley encontrar los vestigios de ardientes jornadas de amor (toallas femeninas, papel higiénico, trusas que en la oscuridad no se habían podido encontrar), olores de letrina, o a las parejas o a los locos en franco desbande hacia sus respectivos clímax, permitió que Washington Delgado después de pedirme que esperásemos un ratito porque "si llegan más alumnos podemos hacer la clase en un cafetín", pontifique algo sobre literatura peruana, en especial sobre los orígenes, sobre las bases, de la poesía peruana del siglo XX, cuando se iba como espuma de cerveza el último año de la década de los setentas.
El Gordo Washington (como cariñosamente le decíamos, entre nosotros, los de Qlisgen), pensaba que hubo dos primeras piedras, ambas consecuencias del González Prada pensador y del González Prada poeta, y de los obvios vasos comunicantes. Esos pilares eran, para el maestro, Abraham Valdelomar y su poema "Tristitia", y José María Eguren y su "Niña de la lámpara azul". Allí no más, en la Generación del Centenario, cada una de esas dos orientaciones habrían de tener a sus representantes más distinguidos y hasta la fecha insuperados: Valdelomar predecería a nuestro poeta mayor César Vallejo, y Carlos Oquendo de Amat devendría de la poderosa influencia musical y de imágenes de Eguren. El proyecto poético de Martín Adán trataría de beber de las dos vertientes.
Fuera de que estemos de acuerdo o no, con aquello que apasionadamente me explicó el doctor Delgado, mientras jalaba aire como si tuviera frío y que era su costumbre luego de que lanzara una afirmación contundente o polémica, y que depués con modificaciones, en 1980, aparecería en su libro sobre Literatura Peruana, lo cierto es que para mí como para el autor de Un mundo dividido, dos poetas irrenunciables son Vallejo y Oquendo. De allí es que en el anterior GALERAS DE POESÍA, simplemente transcribiéramos versos del hechicero de la palabra de Santiago de Chuco, porque sin decir nada, es poesía universal, es POESÍA y basta.
Y ahora le tocó el turno al poeta que representa la obsesión recurrente de los paranoicos de Qlisgen: "¡Oquendo, Oquendo, Oquendo, tan pálido, tan triste, tan débil que hasta el peso de una flor te rendía!":


Mírame
que haces crecer la yerba de los prados

(...)

Ataré mi corazón como una cinta a tus trenzas

(...)

Para ti
tengo impresa una sonrisa en papel japón

(...)

Tu nombre viene lento como las músicas humildes
y de tus manos vuelan palomas blancas

(...)

r
o
s
n
e
c
s
a

n
u

compró para la luna 5 metros de poemas

(...)

Mujer
mapa de música claro de río fiesta de fruta

(...)

mou Abel tel ven abel en el té

(...)

... el vaso de agua de tu cuerpo y los dos reales de tus ojos nuevos

Al recordar al poeta maestro, Washington Delgado, y a un diálogo circunstancial que se pierde en los laberintos de mi memoria, me felicito por haberlo conocido así, solamente en los recintos académicos de San Marcos. Decían que recibía a los jóvenes en su casa de Lince. No fue necesario conocerlo en la paz de su hogar, porque habitaba y sigue habitando en todas partes con sus versos y con sus lecciones sobre literatura o sobre lo que es lo mismo, la vida. Gracias amigo de Las formas de ausencia, y de estos versos: Te estoy perdiendo / en cada voz que escuchas, / en cada rostro que contemplas, / en cada gesto tuyo, / en cada lugar / que recibe a tu cuerpo. / Ser como la luz / que te envuelve, por la que dejas / un retazo de sombra. Ser / como la noche que te obliga / a un pensamiento, a un deseo, / a un sueño. / Ser una materia leve, / una corriente extensa / que te persiga siempre. / No ser esto que soy / y que te está perdiendo.

EL GALEOTE

Tuesday, December 05, 2006

GALERAS 5

GALERAS DE POESÍA


Grupo dicotiledón. Oberturan
desde él preteles, propensiones de trinidad,
finales que comienzan, ohs de ayes
creyérase avaloriados de heterogeneidad.

(...)

En el rincón aquel, donde dormimos juntos
tantas noches, ahora me he sentado
a caminar. ...

(...)

Tahona estuosa de aquellos mis bizcochos
pura yema infantil innumerable, madre.

(...)

Fue domingo en las claras orejas de mi burro,
de mi burro peruano en el Perú (Perdonen la tristeza)
Mas hoy ya son las once en mi experiencia personal,
experiencia de un solo ojo, clavado en pleno pecho,
de una sola burrada, clavada en pleno pecho,
de una sola hecatombe, clavada en pleno pecho.

(...)

Qué será de su falda de franela; de sus
afanes; de su andar;
de su sabor a cañas de mayo del lugar.

(...)

si cae
del cielo abajo su antebrazo que asen,
en cabestro, dos láminas terrestres;
niños, ¡qué edad la de las sienes cóncavas!
¡qué temprano en el sol lo que os decía!
¡qué pronto en vuestro pecho el ruido anciano!
¡qué viejo vuestro 2 en el cuaderno!

(...)

Madrugada. La chicha al fin revienta

(...)

Solía escribir con su dedo grande en el aire:
...

EL GALEOTE