PARADOJAS DEL SISTEMA "DEMOCRÁTICO" - 2006
Como hemos expuesto, para la elección de Alan García, el sistema de la "democracia solamente formal" se unió marcando un verdadero hito en nuestra historia. La unión se forjó ante el peligro que representaba Ollanta Humala, el candidato considerado "no demócrata". Pero, curiosamente, quienes esgrimieron el estandarte de la democracia no actuaron democráticamente, ni siquiera desde el punto de vista formal en el que nosotros los clasificamos.
Desde esa óptica, y sin que hablemos en nombre o en defensa del "humalismo", no podemos dejar de insistir en que no es nada democrático que en elecciones directas, universales y secretas, la amplia mayoría de candidatos acuse sólo a uno de no ser demócrata por lo que su ideario plantea (léase nacionalismo, "raspones" de socialismo, etc.; que en el caso de Humala, ni en su plan de gobierno, ni en sus bases ideológicas, aparecieron exacervados o delirantes), por sus actos y dichos -y los de sus familiares-, o porque a partir de investigaciones periodísticas (que deben quedarse en valiosos indicios) se juzga, sentencia y condena desde intereses creados sin lugar a cuestionamiento, porque se lo identifica con personajes del pasado nacional o del presente latinoamericano y mundial, o porque supuestamente encarna un proyecto “radical y violentista” (siendo, en la práctica, esas características comunes a la mayoría de partidos tipificados como grandes, en especial del Apra; incluso Unidad Nacional desde sus orígenes pepecistas sacó a sus "chitos" cuando el candidato nacionalista concurrió a votar). En cualquiera de esos aspectos, a todos los candidatos acusadores se les podría haber encontrado rabo de paja. Es una curiosa perogrullada que se espera que la nave del olvido vaya llevando hacia los rincones inaccesibles de la memoria como a las hojas que el viento se llevó. Ya lo hemos dicho: por el pasado tan reciente y tan oscuro, menos demócrata fue la candidata del fujimorismo, y a ella nadie le dijo nada parecido o se la sometió a una campaña mediática de demolición.
Que la prensa televisiva, escrita, radial y electrónica, en un 99 por ciento, hiciera abierta campaña contra ese solo candidato, tampoco fue nada democrático (en televisión y su condición de influyente cuarto poder, el respaldo fue del ciento por ciento). Ante el precedente sentado por los medios de comunicación masiva en las elecciones presidenciales del 2006, debe reformarse la Ley de Elecciones, para que la prensa se abstenga de demoler a ningún candidato. La identificación y simpatía por uno o varios candidatos se notará con naturalidad en la voluntad del sintomático binomio prensa-empresa, el que no debe entrar en campaña contra quien no le sea afín. En este caso, la paradoja de la "democracia" radica en que la libertad de expresión, eje y esencia de democracia, no es tan libre, ni tan democrática.
Desde la época preelectoral ya se notaba la orientación que estaba tomando el mundo de la comunicación masiva peruana, como voluntad y como representación. Incluso hubo una denuncia del ex ministro de economía y finanzas del primer gobierno aprista, César Vásquez Bazán, acerca de que, el en ese entonces candidato, Jorge del Castillo, tendría lujosas propiedades en el país más desarrollado del mundo. Ante lo que nuestra prensa, tan asidua a la investigación de denuncia y a desenmarañar los hilos hediondos de la corrupción, guardó y guarda silencio en todos los idiomas. Al parecer hubo algo más que solamente buena voluntad con el Apra renovada y salvadora.
La semana que habría de terminar en el domingo de la segunda vuelta, El Comercio, decano de la prensa nacional, contrató avisos en televisión, en radio y en diarios y revistas, en los que el objetivo era destacar la trayectoria del medio y sus convicciones por la democracia y por la libertad. Se partía de un panorama histórico y SE DETENÍAN EN EL SEPTENATO VELASQUISTA COMO EL MOMENTO EN QUE LA LIBERTAD DE PRENSA Y LA DEMOCRACIA ESTUVIERON MÁS AMENAZADAS (se pedía que nunca más vuelva a ser así). Fuera de lo cierto o no de esas afirmaciones, era clara la intención de hacer propaganda en contra de Ollanta Humala (velasquista, “convicto y confeso”), precisamente en los días en los que ya estaba prohibida la campaña publicitaria, y en especial, por televisión, EN EL MISMO DÍA DE LAS ELECCIONES. Sobre esta sutil forma de manipular el voto (en los días cuando por ley ya no se podía hacer ninguna propaganda), que constituye un delito, nadie ha dicho nada. Todos nuestros “demócratas” han callado sus tempestuosas voces. En todo caso, el decano de la prensa nacional, no siempre actúa haciendo docencia democrática.
El sistema sacó de los medios televisivos al prácticamente único periodista que siempre cuida de la objetividad periodística: César Hildebrandt, quien aclaró desde un inicio que no se prestaría a ninguna campaña para demoler o enterrar a nadie. Se dice que las grandes empresas amenazaron con retirar su publicidad de los programas que fueran dirigidos por Hildebrandt, y hasta la totalidad de la que acostumbran contratar en el canal que lo programara. Lo que en buen cristiano significa que lo vetaron dictatorialmente en aras de “la democracia”. ¿Quién es el que atenta contra la libertad de expresión y contra la prensa?, ¿era cierto lo que decía Marcuse acerca del totalitarismo capitalista? Y por lo que se ve, esa actitud de la gran madre protectora de sus retoños (léase neoliberalismo económico, Apra, Alan García), ha de continuar todo el tiempo que sea necesario para proteger ingenuamente una gestión presidencial que le es propicia.
En nuestra televisión, una honrosa excepción, en consonancia con la objetividad periodística de César Hildebrandt, la dio la economista Jimena de la Quintana, en su “Rumbo Económico”, mucho más teniendo en cuenta que su programa se transmite en un canal de cable que pertenece al diario El Comercio: cuando entrevistó o dio espacio a los candidatos “nacionalistas” (los de Humala), nunca fue intolerante al punto de no dejarlos exponer sus argumentos, ni utilizó la vieja estrategia de hablar al mismo tiempo que ellos para que nadie entienda nada, como han puesto de moda otros (en especial otras, léase Cecilia Valenzuela y Rosa María Palacios). A pesar de que los sometía a preguntas inquisidoras y cuestionadoras desde un alto nivel político y económico, mantuvo una acertada y deseable imparcialidad verdaderamente democrática.
La aparición en la televisión de un vídeo donde Agustín Mantilla, ex secretario personal de nuestro actual presidente, hizo ostentación del poder que conservaría en el partido aprista, y donde explicó que su añeja colusión con Vladimiro Montesinos se debió a una orden superior dentro del Apra, fue rápidamente pasada por "agüita caliente". La prensa del sistema se apresuró en aceptar la explicación del partido en el sentido de que eran afirmaciones aisladas y sin ningún sustento en la realidad, que no había conexión alguna, que era imposible. Cecilia Valenzuela, que hizo abierta campaña a favor de Alan García, incluso por esos días se enfermó. En los días cuando desde su "Ventana indiscreta", se lanzó la impactante noticia del hallazgo del informe oficial de nuestra Marina de Guerra con respecto al accidente del equipo de fútbol de Alianza Lima, en diciembre de 1987, el diario La República informaba que se había iniciado proceso judicial a un verdadero "Capitán Carlos", vindicado y acusado cumpliendo todos los requisitos legales. Lo del informe sobre la tragedia del Alianza Lima (que según la Marina sí se había dado a conocer), ¿fue una cortina de humo para vendar de oscuridad al entendimiento de la opinión pública?, ¿más, teniendo en cuenta que en la "Ventana indiscreta" nunca se dijo que Ollanta Humala era un posible "Capitán Carlos", sino que se le sindicó como tal sin lugar a dudas y se le trató de asesino y de violador de los derechos humanos? Cecilia Valenzuela, otrora periodista independiente, objetiva y realmente comprometida con la verdad, ¿rindió sus principios por el plato de lentejas que le dio su gran amo, el dueño de Frecuencia Latina, Baruch Ivcher? Después de combatir legendariamente a la corrupción fujimontesinista, ¿terminó usando sus mismas estratagemas como las cortinas de humo, o su "filosofía" de cinismo por ante todo y para todo? Qué pena nos da, pero parece que es cierto lo que nos resistimos a creer.
Se nota la benignidad del trato de la prensa hacia el nuevo gobierno en contraposición a la marcación estricta hacia el menor error o hacia los indicios no tan claros con que se fustigó al gobierno anterior, de Alejandro Toledo, y al proyecto humalista, pasible de un verdadero cargamontón.
ALAN DE LOS CIEN DÍAS, DE LA PARADOJA DEL DEBER (DE LOS OTROS) Y DEL MEDIO AÑO YA PASADO
Una vez en ejercicio de su segundo mandato presidencial, y pasados los primeros cien días, y ahora, luego de más de medio año de gestión, Alan García incumple muchas de sus promesas electorales capitales, a pesar de que, curiosamente, desde las primeras horas de su ejercicio como presidente, a través del mensaje ante el Congreso, le recuerda a la ciudadanía que todos deben CUMPLIR SU DEBER, que es la hora de una respuesta alturada y enhiesta por parte de los peruanos.
Al no cumplir con sus ofrecimientos sustanciales de campaña electoral, él es EL PRIMERO EN NO CUMPLIR CON SU DEBER. De contradicciones está vestido el mundo de nuestra política criolla. Veamos:
- Seguirá dentro del modelo neoliberal (que en el Perú vio la luz, sin remordimiento alguno, con el fujimorismo), sólo relativizándolo. Ofreció combatirlo sin tregua.
- Y como el desempleo masivo es una de las plagas que trae el neoliberalismo económico a las sociedades, todo ofrecimiento electoral de García sobre forjar una industria nacional (viejo axioma aprista), será parte de lo que el viento también se ha de llevar sin ser nunca cumplido.
- Por ello no saldrá de la Constitución de 1993. Ofreció rescatar la de 1979 y su contundente propuesta social; olvidó que Haya de la Torre dijo que “la Constitución de 1933 debía ser la última del siglo XX, y la de 1979, la primera del siglo XXI.
- Ya no dirá "así no" al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. En los inicios de la campaña no era una prioridad, lo negó abiertamente cuando Alejandro Toledo pugnaba por firmarlo antes de la primera vuelta, luego lo parangonó con el matrimonio y su posible consolidación o su posible divorcio. Se notaba que había un dilema entre el antiimperialismo aprista supérstite y esta herramienta de comercio de la globalización neoliberal y precisamente imperialista. Por último, ha quedado suspendido en el limbo del congreso norteamericano, ahora controlado por los “demócratas”, en un contexto signado por el lema "TLC o muerte". Nos equivocamos al pensar que el Apra iba a gobernar desde el concepto del social-liberalismo. En su temor al fracaso, bajo la égida del éxito neoliberal del modelo chileno (el vecino del sur siempre tuvo una estructura social muy distinta a la nuestra: mientras que en el Perú los bolsones de miseria son endémicos, en Chile lo es la mesocracia; además su progreso es tutelado por las grandes potencias capitalistas luego de que con Allende estuvo a punto de caer en "las garras" del comunismo. Nuestra realidad es más parecida a la de México, y allí, quince años de tratado de libre comercio con Estados Unidos, lo que más han dejado es delincuencia generalizada, corrupción sistemática y éxodo incontenible de desocupados) las fuerzas centrífugas la hacen abandonar aun el liberal-socialismo hacia los paraísos prometidos de la utopía falaz del neoliberalismo más cavernario, emparentándose desde allí al fujimorismo, fundamentalista y unidimensional.
- Cuando en la campaña se planteó la revisión de los convenios de estabilidad tributaria con las empresas mineras transnacionales, Alan dijo que eso implicaba una unilateralidad no aconsejable, que era preferible la renegociación puesto que ello aseguraba una solución dialogada entre las partes. Como sabemos desde el primer día de su nuevo mandato eso no va a ser ya posible, lo recomendable era el "aporte voluntario" de esas empresas, lo que sea su voluntad.
- Sus ofrecimientos con respecto a Estabilidad Laboral plena mutaron hacia sólo plantear fórmulas de “reconversión laboral” para los futuros despedidos.
- Del perfeccionamiento de los contratos de trabajo (principalmente la eliminación de los "services") no se ha vuelto a tratar.
- La regulación de las tarifas de los servicios públicos, ha quedado sólo como posibilidad a ser tratada por comisiones ad hoc, más esperando el olvido que otra cosa.
- En cuanto a la renta básica de telefonía, que prometió que desaparecería, como si estuviéramos en el túnel del tiempo, todo se ha repetido igual que en el gobierno de Toledo. Nuevamente vinieron los representantes de la Telefónica y prometieron las mismas cuentas de vidrio: antes 6 Planes Tarifarios, ahora aproximadamente 40, y la tradicional promesa del aumento de la frontera telefónica, en especial en la sierra “siempre olvidada”. Es decir la misma china con la misma misteriosa mirada.
- El Apra siempre ha tenido ánimos intolerantes y sectarios. Será por eso que el Alan candidato siempre planteó que era la hora de la concertación, de la tolerancia, que su partido debería hacer docencia democrática. Sin embrago, bajo el pretexto de fiscalizar los recursos que manejan las Organizaciones No Gubernamentales (expresiones genuinas de la sociedad civil), se ha dado un peligroso paso, una verdadera patada contra la libertad de pensamiento y por añadidura contra la libertad de expresión. Según Julio Cotler dos poderosas fuerzas dominan la voluntad del gobierno de García. Una exige control sobre el delicado tema de los derechos humanos (donde para Alan hay bastante "ropa tendida"), liderada por el almirante Giampietri. La otra busca controlar todo lo relacionado con las políticas de control de la natalidad, en especial en cuanto al asunto de la píldora del "día siguiente", con el monseñor Juan Luis Cipriani como eminencia gris. Curiosamente, estas dos voluntades nos conducen a emparentar nuevamente al Apra con el fujimontesinismo.
- Honrando sólo en la forma la palabra del Alan candidato, desde los primeros días del gobierno aprista, se convoca a la primera gran reunión del Acuerdo Nacional, llamando a todas las fuerzas políticas vigentes e intervinientes en nuestro quehacer político, pero relegando a un plano casi subsidiario al conglomerado que venció en la primera vuelta y que quedó a sólo seis puntos porcentuales del Apra, en la segunda. Otra vez el fujimorismo, con la carga negativa que encierra, tuvo más presencia y protagonismo en ese diálogo con voluntad concertadora que, de esta forma, desnaturalizó su real esencia.
Bajo el signo del sistema, García no puede cumplir estas y otras de sus ofertas electorales. Y eso, a pesar de que es una tradición, tampoco es democrático, por lo menos no debería serlo.
LO QUE QUEDA DE LAS ELECCIONES MUNICIPALES-REGIONALES DE NOVIEMBRE DE 2006
Los fujimoristas son los verdaderos derrotados de las elecciones regionales y municipales. Su presencia, con nombre propio, a nivel regional no existe. Salvo en Huancavelica, con un testaferro político como Federico Salas (que se apresuró a negarlo más de tres veces antes de que cante el gallo), o en El Callao, donde el otro hijo putativo también niega al padre, las regiones le dieron la espalda el "fujimorismo sin Fujimori". En cuanto a las municipalidades provinciales y distritales, sumando los ínfimos porcentajes obtenidos en poquísimas municipalidades, más tienen regidores. El "humalismo sin Humala y sin Olla" (al partirse la sociedad entre el Partido Nacionalista y la Unión por el Perú, el existoso símbolo de la Olla de Barro quedó con esta última), sufrió casi idéntico remezón que el "Apra sin Alan". Especialmente a nivel distrital, y en Lima, donde el fenómeno de arrastre del voto por Castañeda Lossio para la Municipalidad Metropolitana, hizo que los electores elijan para los distritos a los candidatos de Unidad Nacional, el frente del que es parte Castañeda. Este GALEOTE, que es un socialista que entiende al socialismo como la forma más evolucionada de humanismo, tiene que reconocer que, por primera vez en su vida, votó por un representante de un movimiento de derecha. Más por el candidato (Luis Castañeda) que por la agrupación. Su eficiente labor de gerencia de nuestra ciudad merecía continuar en un nuevo período. Ante ello no cabían argumentos ideológicos.
Lo que no se ha querido ver es la obvia analogía entre el "atípico" fenómeno humalista, y la masificación de "movimientos atípicos" en la mayoría de las regiones. Los supuestos "independientes" (un gran porcentaje de ellos parten de posiciones ideológicas de izquierda -de la que se petrificó en el tiempo o de la que evoluciona buscando un futuro inédito-) han campeado en las regiones y en los distritos de provincias, principalmente en el sur andino. Esa es la población que votó por Humala en las presidenciales, son los descreídos del sistema de la democracia sólo formal, son aquéllos que nunca dejaron de ser potencialmente de izquierda. Son los eternos olvidados, de los que recién últimamente todos hablan para que el libre mercado los salve. Siendo lo cierto que, tarde o temprano, serán ellos los que volverán a salvar al país, como cíclicamente lo han hecho a lo largo de nuestra historia.
¿DE QUÉ MAESTROS HABLAMOS?
LAS SENTENCIAS DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
En nuestra sociedad, la buena o mala educación están dadas en función a la clase social de los educandos. Tenemos colegios que brindan una educación del primer mundo, sin nada que envidiar a las mejores instituciones educativas inglesas, alemanas o norteamericanas. Esa educación es para UNA ÍNFIMA Y PRIVILAGIADA MINORÍA. Está en manos de corporaciones privadas civiles o religiosas. El Estado promueve un nivel de educación más bien mediocre en los grandes centros base, las otrora Grandes Unidades Escolares, en colegios experimentales, en proyectos felices como los de Fe y Alegría. Esta educación estatal se consagra a nuestros niveles mesocráticos bajos (nunca hemos tenido una real y fuerte clase media, que sea claramente identificable), y cumple con muchas falencias algún porcentaje de sus objetivos. El problema real está donde no existe Estado o lo único que hay es una caricatura de Estado, donde la pobreza consume a la condición humana en toda su dimensión. El desborde social que es consecuencia de sesenta años de grandes olas migratorias, principalmente andinas, del mundo rural pauperizado hacia las urbes capitalinas (en especial Lima), ha creado ese mundo de la carencia en el que vive más de dos tercios de peruanos. Sólo el espíritu de progreso de nuestros compatriotas tiende, en gran porcentaje, a no ser deficitario, pero allí, todo lo demás, lo es. La alimentación, la vivienda, la salud, LA EDUCACIÓN, la seguridad ciudadana, las condiciones de vida, la salubridad, los servicios, etc., o no existen o de tan rudimentarios, simplemente son desastrozos. Qué aspecto de la educación no es calamitoso en este Perú real y tangible. El educando no puede estudiar porque sus deficiencias alimenticias son graves y simplemente la deserción escolar es incontenible. La infraestructura escolar es una ofensa al género humano, en especial para la niñez. Es obvio que los mayores porcentajes de profesores menos preparados están aquí, salvo honrosas excepciones de "rosas que han crecido en el pantano", de maestros que son como los grandes árboles que cobijan con el agua de su sabiduría y de su humanismo a los moribundos del desierto más implacable. Por ello consideramos que la "evaluación" de los profesores ha representado un maltrato programado contra los profesionales a los que el "Estado" más ha olvidado desde hace 35 años. La reforma educativa de la dictadura militar de Velasco sigue siendo el único esfuerzo orgánico por integrar a la educación con su contexto social y con su cultura. Por primera vez se educaba a los niños y jóvenes peruanos desde su realidad, se habló y se quiso hacer una "educación peruana", dejando de lado la dependencia de los modelos extranjeros (españoles y norteamericanos, principalmente). Por primera vez se habló de la educación inicial, de educación básica laboral y se inició un ambicioso programa de alfabetización de adultos en español y en idiomas nativos. La doctora Martha Hildebrandt nunca ha dejado de reconocer que, a pesar de su origen, no ha habido otro intento por dar una respuesta de Estado a la problemática de la educación en el Perú. Ese intento de reforma data de 1972 y, desde 1976, se la fue modificando en forma caótica, pasando por el alelamiento del segundo gobierno de Belaunde, por la "docencia sin ejemplo, sin recursos y con hipercorrupción" del primer gobierno de Alan (primer gran culpable de herir mortalmente a nuestra educación), pasando por la liberación hacia el mercado (que todo lo arregla y todo lo deja a la voluntad de los vientos) del gobierno de Fujimori donde se dio privilegio a la educación privada, se planteó la "municipalización de la educación" -ahora retomada por García-, se confundió "modernidad" con regalar computadoras (que todo lo habrían de solucionar como por arte de magia) con fines proselitistas y voluntad populista, y se llegó al extremo neoliberal de afirmar que la educación también implica "fines de lucro" para quien invierta en ella (segunda gran herida mortal para nuestra educación, y curiosa coincidencia que relaciona una vez más a fujimoristas y apristas). En el gobierno de Toledo, y en la gestión de Nicolás Linch como ministro de Educación, fue que se programó la evaluación de los profesores para instaurar un principio de meritocracia para el aumento de las remuneraciones de los docentes. Los bajos niveles de popularidad del presidente y la realidad tirana que gritaba a los cuatro vientos que no se podía empezar por los más maltratados, los hizo desistir. Quedó el aumento de remuneraciones después de casi quince años de sequía y el avance muy tímido en el uso de la Internet en la educación, aunque sin representar para nada una deseable reforma estructural. El segundo gobierno de García, en cuanto a educación y esgrimiendo un supuesto principio de autoridad del Estado (¿cuál?), se inicia maltratando a los maltratados crónicos. La prensa amarilla llama "burros" a los profesores que rindieron deficitariamente unos o todos los aspectos de la prueba, sin tener en cuenta los contextos, y sin meditar en que, en el Perú, una evaluación de esa naturaleza, de conocimientos generales básicos (logicomatemático, lenguaje, cultura general), tomada a profesionales de todas las áreas, sencillamente arrojaría desaprobados a diestra y siniestra. Los comunicadores sociales, tan relacionados con la educación de la niñez y de la juventud, que en gran porcentaje en la prensa escrita viven de fomentar la pornografía, la violencia y de entronizar al fútbol como la única fuente de conocimiento para miles de peruanos, sencillamente resultarían mayormente desaprobados. ¿Por qué las evaluaciones de los magistrados, de los médicos, ingenieros y militares, son evaluaciones ESPECIALIZADAS y reservadas, y no de conocimientos generales como la que ha sido aplicada los profesores ANTE LA OPINIÓN PÚBLICA? Más teniendo en cuenta que aun en la educación primaria hace mucho tiempo se promueve la polidocencia (profesores especializados por áreas de conocimiento). Imaginemos cómo quedarían, por ejemplo, gran porcentaje de los abogados y de los militares, luego de una elemental prueba de ortografía, o la doctora en lingüística Martha Hildebrand y la mayoría de nuestros congresistas o de los funcionarios de lo que denominan Estado, después de un examen de matemáticas básicas. Los profesores siempre han sido evaluados y supervisados, dentro de su especialidad (inicial, primaria, secundaria, de adultos, especial, etc.), con la reserva que merece su condición de PROFESIONALES y en el contexto de nuestras precariedades en todas sus graduaciones. Y son los alumnos los que mejor saben de evaluar a sus profesores. En un programa periodístico dominical de televisión, se entrevistó a la profesora que obtuvo el mayor puntaje en la evaluación del ministerio de Educación. Se comprobó que era una docente de vocación que luchaba contra la corriente de la indiferencia consuetudinaria. Magnífico por ella y vale mucho su logro. Pero cuando entrevistaron a sus alumnos, los jóvenes señalaron que era una profesora muy distante con ellos, le pidieron que sea más amiga de sus alumnos, que sonría y que sea más amena. La "evaluación censal", ha sido sólo un espejismo para hacer ruido mediático, para desprestigiar a algunos en beneficio de otros, para continuar haciendo más daño a nuestra educación. Y como sabemos, la sabiduría de las madres enseña que diferenciar a los hermanos en "el bueno" y en "el malo", no es de maestros, ni de los grandes líderes sociales, por ese camino se llega a la violencia, a polarizar el espíritu humano. Eso de que el gobierno quería saber el "real estado de conocimiento de nuestros maestros" no es más que un chivo expiatorio, otra cortina de humo para esconder intenciones impuras. El gobierno aprista, en materia educativa comienza olvidando que si todos no estamos libres de pecado, no debemos de arrojar la primera piedra. Y ellos lo han hecho con saña y con revancha contra el enfermo moribundo. No para iniciar una necesaria reforma educativa, sino para eliminar al sindicalismo magisterial que no le es propicio. Aun así, tuvieron que amenazar a la inmensa cantidad de profesores contratados (si no asistían a la evaluación no se les renovaría en contrato), o advertir que ésta sería requisito para finiquitar los trámites a los docentes que estaban próximos a gestionar su cesantía o jubilación al cumplir con sus años de servicio. Viejas artimañas de origen y de voluntad netamente políticos. Como ex docente de los colegios más olvidados del cono sur, algo conocemos de la vieja historia de la Antae (Asociación Nacional de Trabajadores Apristas de la Educación) en pugna por controlar al Sutep. No lo lograron aun con malas artes durante el primer gobierno del Apra. Y por lo que se ve, así, por las malas, van a seguir con su velado y nada altruista propósito. Ya hay inscrito un inmenso número de profesores suplentes (la mayoría "del partido"), que están a la espera del momento clave para desplazar a los profesores del Sutep, y por sobre todo para copar las plazas magisteriales para acomodar al sindicalismo "que el Perú y la educación peruana necesitan". Han reducido el número de permisos sindicales para los profesores adscritos al Sutep, la pregunta del premio mayor está en saber si también se lo han reducido a la Antae, ya que al ser equitativos por fin harían docencia con el ejemplo y no sólo con los conocidos e hipnotizantes discursos de nuestro señor Presidente. Estamos viendo el ala más depredadora y fascista del Apra, y la receta ya es conocida: golpear buscando aniquilar para nuevamente dejar a los muchísimos oportunistas de siempre.
EL TÚNEL DEL TIEMPO
LAS COSAS SIMPLES DE LA VIDA
POMPAS DE JABÓN
Ahora sí pasaremos de lleno a regocijarnos con las delicias de la palabra hecha literatura, que lo dice todo sin querer decir nada.
EL GALEOTE